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por Raúl Ortiz Patiño
Los orígenes de esta «nueva» infrafilosofía se remontan a la época de las cavernas, miles de años atrás y ha resucitado bajo el eslogan del «Nuevo Ecuador», mediante un inusitado salto en el tiempo, en pleno siglo XXI.
Su máximo exponente hace gala de postulados, axiomas y «sinlogisnos» (leer al humorista Sofocleto) en cortos discursos de difícil discernimiento, solo comprensibles para iniciados en tiktoks y redes sociales o medios de comunicación que pautan con el gobernante a quien llamaremos «maestro».
Su impacto es tan profundo que discípulos y miembros de los círculos cercanos y seguidores de esta lumbrera del ridiculismo complejo también se han atrevido también a pronunciar frases que no solo desconciertan sino que causan hilaridad, melancolía y al mismo tiempo indignación. Por ejemplo, la esposa del referido «maestro» de esta corriente de anti pensamiento, mencionó que el sol es un planeta con lo cual revolucionó hasta los cimientos epistemológicos de la astronomía clásica. Su primera Ministra de Ambiente, muy suelta de huesos, afirmó en una entrevista que la Amazonía es un país, implosionando la geografía con una sola frase que quedará grabada en la antología del disparate para la eternidad. Y es que el mismo «maestro» de esta «corriente» de hablar antes de pensar, refirió en un evento que «hay que apoyar con agua a todos los cantones de Manta» con lo cual alteró de un plumazo la geografía ecuatoriana, pues Manta es un cantón de la provincia de Manabí y en consecuencia un cantón no tiene cantones en su interior como un país, otros países, ¿o será que sí en su mente corporativista de clase?
Más adelante, como quien disertaba una clase magistral de economía del absurdo mencionó que «si el precio del petróleo sube es porque está caro y si baja de precio es porque está barato», dejando boquiabiertos a los más grandes economistas del planeta, pero de risa.
Le siguieron dos miembros de su cofradía legislativa medieval; Valentina Centeno y Adrián Castro, quienes en su momento, en sesiones de la Asamblea Nacional, dijeron que tal cosa «no se ha resolvido» y que lo otro no se ha «descubrido» respectivamente, con lo cual está nueva corriente proto filosófica ha quedado definitivamente inaugurada, alterando las bases lingüísticas de la mismísima lengua española.
Cabe destacar los exabruptos con los que nos desayunamos los ecuatorianos todos los días por parte de varios de sus «Ministros» estrellas en entrevistas televisivas que superan el límite de la irracionalidad y cretinismo político, pero no vienen directamente al caso para mencionarlo.
La última perla acaba de mencionar en estos días el distinguido «maestro» al catalogar de «gigas» a los megawatt, unidad de medida del suministro de energía eléctrica (¡Plop!). Con esto se acaba de demostrar que además de ser los primeros exportadores de banano rellenos de cocaína al mundo, en Ecuador ha nacido una escuela de proto seudo pensamiento radical derivada del neoliberalismo bananero más oscurantista imaginado.
Ojalá sea efímera y no trascienda más allá de esta campaña electoral en ciernes por el bien de todos los habitantes de este hermoso país para honra de nuestros conspicuos y genuinos pensadores como Pedro Vicente Maldonado, Juan de Velasco, Eugenio Espejo, Benjamín Carrión, entre otros.