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Camilo Torres es recordado por la agudeza de sus ideas sobre crear democracia a favor de las mayorías, con la convicción que es un deber para los cristianos hacer esta revolución y la consecuencia de comprometerse con ella hasta las últimas consecuencias.
En 1964 en una conferencia sobre los Grupos de Presión en Colombia, Camilo delineó la que fue su ruta de actividad política, hasta su caída en combate en la guerrilla del ELN, el 15 de febrero de 1966:
“Las clases populares mayoritarias no constituyen ‘grupos de presión’, por no poseer una conciencia de necesidades comunes, no tener una actividad unificada, no poseer una organización de envergadura nacional, ni un mínimum de objetivos políticos comunes. Si las mayorías no logran tener estos requisitos, Colombia no llegará a ser una verdadera democracia”.
Primero
Sobre lograr una conciencia de las necesidades comunes, Camilo expresó:
“Una de las primeras condiciones es lograr que la clase popular tenga una conciencia común”. “Nosotros nos ponemos a discutir sobre si el alma es mortal o inmortal y dejamos sin resolver un punto en que sí estamos todos de acuerdo y es que la miseria sí es mortal”.
“El movimiento de Gaitán consolida una conciencia de clase que la violencia oficial no ha logrado borrar”. “La frase de Gaitán de que ‘en Colombia el pueblo es superior a sus dirigentes’ no es una frase demagógica sino absolutamente real”.
Segundo
Camilo habló con meridiana claridad que para encarnarse en el pueblo, hay que partir de ascender hacia la clase popular:
“Es necesario que comencemos ya. Que nos mezclemos con las masas, que vivamos, no solamente para los pobres, sino con los pobres y como pobres. La integración con las masas es un elemento esencial a la revolución y a la unión”. “Cuando vamos a la base de nuestro pueblo es mucho más para aprender que para enseñar”. “Será, en última instancia, el pueblo el que nos enseñará cómo debemos realizar la unión”.
“Nadie puede ser verdaderamente revolucionario si no confía en los valores del pueblo”. “Además de conciencia común, nosotros podemos estimular los valores que existen en nuestro pueblo”. “Debemos reconstruir la confianza que el pueblo debe tener en sí mismo. Debemos ayudarlo a que encuentre seguridad en la acción, por pequeños triunfos de acción colectiva al principio que, poco a poco, se convertirán en acciones cada vez de mayor trascendencia. Así, nuestro pueblo adquirirá una actitud activa ante sus propios problemas, condición indispensable para poderlos resolver por sí mismo”.
Tercero
Como el Libertador Simón Bolívar, Camilo insistió en la unidad de las fuerzas populares alrededor de un Frente Unido del Pueblo:
“Nada nos hará desistir de nuestra lucha por organizar el pueblo e ir con él hasta la toma del poder, cueste lo que cueste”. “La labor agitacional es importante pero que su efecto real se pierde si no va seguido de la organización y de la lucha por la toma del poder”. “Es necesario que los jefes sepan que no podrán llegar a servir lealmente a la revolución si no es mediante un sacrificio personal, por ese ideal, hasta las últimas consecuencias”.
Cuarto
Para Camilo la unidad de la clase popular se desarrolla alrededor de una Plataforma de objetivos políticos comunes:
“Ante todo necesitamos objetivos nacionales que encaucen nuestras energías y las energías de todo el pueblo colombiano”. “Tenemos que poner una plataforma mínima, en la cual estemos de acuerdo y por la cual vayamos a luchar”. “Estoy dispuesto a luchar por objetivos comunes: contra la oligarquía y el dominio de los Estados Unidos, para la toma del poder por parte de la clase popular”.
“Es necesario, entonces, quitarles el poder a las minorías privilegiadas para dárselo a las mayorías pobres. Esto, si se hace rápidamente es lo esencial de una revolución, la revolución puede ser pacífica si las minorías no hacen resistencia violenta”. “Mis planteamientos se reducen a que las mayorías ejerzan el poder para que las decisiones gubernamentales sean en favor de las mayorías y no de las minorías. Y como todos sabemos que esto no es fácil, yo he dicho que debemos prepararnos para el caso de que las minorías se opongan por medio de la violencia a que las clases mayoritarias ejerzan el poder”. “Si la clase minoritaria no nos permite tomar el poder -cosa fundamentalmente antidemocrática ya que, si somos una mayoría y si creemos en la democracia, merecemos el poder-, si llega a profanar la democracia colombiana ejerciendo la violencia, es necesario que sepa que nosotros estamos listos a contestar con fuerza la fuerza”.
“Nosotros no podemos ir a hacerle el juego a las oligarquías metiéndonos en su sistema electoral, controlado por ellas, no podemos participar en esa comedia de democracia en la cual desgraciadamente la clase popular ha venido representando un papel que la desfavorece y que no favorece sino a las clases privilegiadas”.
Comando Central del Ejército de Liberación Nacional de Colombia