Luis Alberto Alpire, mejor conocido como el Señor del Clima, advierte que esta semana se pueden agudizar los incendios forestales en Santa Cruz, esto debido a que las condiciones climatológicas serán propicias para ello. Por lo que considera que se debería insistir en la declaratoria de desastre.
«La próxima semana las temperaturas máximas alcanzarán los 37 °C en Andrés Ibáñez y Norte Integrado, 35 °C en los Valles Cruceños, 41 °C en Cordillera y 42 °C en la Chiquitania, con fuertes ráfagas de vientos que presentarán las condiciones propicias para la propagación de más incendios forestales», advirtió Alpire, en su reporte climatológico.
Según indicó, de los 45 incendios activos que actualmente prevalecen; 41 afectan a la región Chiquitana, dos a los Valles, uno al Norte Integrado y uno a Cordillera. «Es decir, que los siniestros se han generalizado en todo el departamento de Santa Cruz«.
Para Alpire, corresponde insistir en la Declaratoria de Desastre Nacional. «Las capacidades como país han sido ampliamente rebasadas, y esta medida nos permitirá mayor apoyo externo en donación de equipos y herramientas para combatir el fuego.«, remarcó.
¿Cómo llegamos hasta este punto?
Alpire explicó que las condiciones que han provocado el mayor daño ambiental en la historia de Santa Cruz, con más de 7 millones de hectáreas afectadas, según el Centro de Operaciones de Emergencia Departamental (COED), fueron detalladas en el reporte 166, del 25 de agosto de 2024, en el artículo ‘La Chiquitania arde desde junio: urgente insistir en ayuda internacional’.
«En dicho reporte, se argumentó que los incendios de magnitud en esta gestión se originan por el alto contenido de combustible verde, muy reseco de hojas, arbustos, gajos y pastizales, entre otros, que se acumularon desde el pasado año«, detalló.
Para Alpire, esta situación es consecuencia de los efectos de El Niño, que prevaleció desde el 4 de julio del 2023 hasta el 31 de marzo del presente año, con la incidencia de temperaturas que alcanzaron los 45 °C en la región chiquitana. Además, de insuficientes lluvias en el período que estuvo vigente este fenómeno, declarado por la Organización Meteorológica Mundial (OMM).
Posteriormente, en otoño las precipitaciones no fueron suficientes para propiciar humedad en el suelo y en el ambiente, aumentando la sequedad, por tanto, mayor inflamación vegetal.
Asimismo, el invierno de 2024 fue el más crudo de pasados años, con temperaturas mínimas de 7 °C en la Chiquitania, además de frecuentes frentes fríos de larga duración (12 días), como el registrado el 12 de julio, alternando con temperaturas extremas de 41 °C reiteradamente, causando una combinación nociva que acumuló más combustible verde y más incendios.
Todo este conjunto de eventos climáticos originó que la sequía extrema, como así también los incendios forestales se adelanten hasta 30 días, comparado con el 2023, causando que la Chiquitania arda desde la primera quincena de junio y el resultado hasta la fecha son más de 7 millones de hectáreas consumidas por el fuego con un efecto altamente invaluable que son los servicios ambientales, como la captación y filtración de agua, generación de oxígeno, protección de la biodiversidad, retención del suelo, refugio de vida silvestre, además de la mitigación del impacto del cambio climático , entre otros.